A nadie le gusta escuchar un «no», pero aprender a recibirlo es el camino hacia un mundo sin violencia.

Esta mañana me desperté oyendo el llanto de Lía, mi gata, a lo lejos. Ella ha sido libre para salir de casa siempre que quiera y sabe cómo regresar; pero esta mañana había desesperación en sus maullidos que, claramente, venían de lejos. Quien ame a un gato sabrá de dónde salió la agilidad con la […]