La diferencia entre escribir un libro y postear un blog es el nivel de imperfección que el segundo permite. No hay tiempo para revisar cada párrafo docenas de veces, hay que publicar.
Comenzaré diciendo esto el día de hoy: el perfeccionismo es uno de los más grandes obstáculos para la creatividad. Es una de las principales razones por las que dejamos de ejercer nuestros gustos y talentos y por supuesto, es una de las grandes razones por las que dejamos de exponerlos y compartirlos.
En este momento vienen a mi mente al menos un par de amigos con los que de vez en cuando sostengo conversaciones jugosas, profundas y enriquecedoras y que, igual que yo, atraviesan largos períodos de parálisis creativa, en el mejor de los casos, un viacrucis pre-parto cada vez que van a lanzar un taller y no se diga, una “obra”.
Cuando yo los miro, reconozco su luz y su talento, no su carácter de rígida eminencia, sino la particularidad de sus voces, su manera única de decir las cosas, en una forma en la que sólo ellos podrían. Y eso, es suficiente.
Es suficiente para darme una buena tarde, para expandir mi mente, para ayudarme a conectar. Es suficiente con que cada quien sea uno mismo y exprese la parte de la verdad que le toca. Sin embargo el ego quiere más. A veces quiere separarse del resto sintiéndose superior, a veces por el contrario, nos hace creer que somos unos impostores con voces que claman: ¿quién eres tú para hablar de esto o lo otro?¡sólo mírate, sólo mira tu vida!
Es voz que nos hace creer que no seremos suficientes hasta que no logremos la perfección, a vergüenza, en pocas palabras, es una de las voces más tóxicas que pueden habitar en nuestra cabeza y en el mundo.
Con esto no quiero decir que no debas esforzarte, prepararte, pulir tu pasión y tu arte. Lo que digo es que no puedes segur dándole a la exigencia (propia o ajena) el poder de arrebatarte el gusto de hacer lo que amas.
La diferencia entre un esfuerzo sano y esa actitud tóxica llamada perfeccionismo, es que el perfeccionismo lleva oculta la falsa idea de que “si haces las cosas perfectamente” nunca más volverás a sufrir.
He observado como esta clase de patrón mental nos mantiene al margen no sólo de un talento o arte, he visto como nos impide entrar con entrega en las relaciones, a la vida, he visto como es capaz de poner un no, dónde la vida quiere cantar un sí total.
¿En dónde y de qué maneras el perfeccionismo te está paralizando porque no confías en tu capacidad para estar presente ante la incertidumbre y el dolor? Una sugerencia: Ignóralo y sigue bailando, cantando, pintando, escribiendo, amando. Olvídate de ser perfect@, enfócate en ser tú.
Te veo, me ves, nos vemos por aquí…
Día 2
Gracias por tu atención.