A veces la búsqueda se convierte en una huída…
No he visto personas con más dificultad para aceptar su propia oscuridad, que algunos de los que andamos buscando y promoviendo la luz.
Paradójico, ya sé, pero nos hemos creído que el propósito del camino es «trascender» nuestra historia, dejarla atrás y convertirnos en otra persona, sólo para descubrir que la verdadera libertad ocurre en una persona que, más que alejarse de su pasado, ha logrado intimar con él, abrazarlo hasta un punto el que se convierte en una criatura indefensa a la cual sólo queda darle amor.
A veces la puerta de salida es simplemente aceptar.
«La verdad os hará libres», dice una frase en la Biblia. Y hay dos partes de la verdad que necesitamos abrazar con igual importancia y estas son: que somos humanos, que somos divinos.
Que somos humanos significa que mientras tengamos un cuerpo físico, mientras caminemos sobre la Tierra y el Sol nos pegue desde arriba, siempre tendremos una sombra…
Abrazar esta sombra va más allá del ejercicio superficial de decir: “sí, yo tengo mi lado oscuro” y después seguir adelante pretendiendo y hasta creyéndonos superiores a otros. Se trata de encarar con verdadera honestidad y valentía las siguientes preguntas :¿Qué es lo que más me avergüenza de mi mism@, de mi historia, de mis comportamientos? ¿Qué estoy ocultando aunque sea mínimamente de mi misma, de mi familia, de mis amigos, de mis clientes? ¿Qué comportamientos no iluminados estoy justificando en mi mism@ y en los que actúan de forma similar?
No sé trata de juzgarse para condenarse y luego sufrir. Se trata de vivir en humildad, en continuo auto-estudio, en solidaridad con todos los demás sin creerse superiores. Pues como dice Jung:
«Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma»
Así que una vez que hemos establecido el intento de revisar, abrazar y transformar nuestra humanidad constantemente, la segunda cara de la moneda es aceptar que esta sombra, simplemente empaña nuestra naturaleza esencial. Lo que ya somos. ¿y qué somos? Somos seres esencialmente buenos, amorosos, conscientes… lo creas o no.
No hay nada que puedas hacer que sea más grande que el Amor de la Inteligencia Superior. Esto no es una invitación a la indulgencia sino a encarar el juego de la vida desde un lugar de dignidad y humildad al mismo tiempo.
Entonces.. La Tarea Terapéutica de esta semana es: En un diario personal, responde a las preguntas que apuntan a la sombra:
¿Qué es lo que más me avergüenza de mi mism@, de mi historia, de mis comportamientos? ¿Qué estoy ocultando aunque sea mínimamente de mi misma, de mi familia, de mis amigos, de mis clientes? ¿Qué comportamientos no iluminados estoy justificando en mi mism@ y en los que actúan de forma similar?
Después, mírate al espejo y con sinceridad dite a tí mism@: Así como eres, Así te amo